Los lácteos deben seguir siendo fundamentales en su alimentación, la cantidad debe estar en torno a 500-700ml contando la leche y derivados (yogures, queso…), la leche ya puede ser de vaca.
La alimentación debe comenzar a ser cada vez más sólida. Dependiendo de la dentición del bebé es aconsejable comenzar a preparar los alimentos de manera que este empiece a masticar. Las verduras y legumbres se pueden aplastar con el tenedor para facilitarle la labor, las frutas pueden cortarse en piezas que puedan coger y deben estar muy maduras para evitar atragantamientos, y las carnes pueden desmenuzarse o incluso cortarse en trozos alargados que el niño pueda coger con las manos.
Los niños deben ganar en autonomÃa, por lo que debemos dejarles intentar comer solos, utilizando la chuchara, el tenedor y bebiendo en vaso, siempre atentos a posibles atragantamientos
En esta etapa es más importante la calidad y variedad de los alimentos que la cantidad, muchos niños a partir del año comienzan a comer menos, nunca los forcéis, es importante que la comida no se convierta en una guerra.
Es importante intentar adaptar vuestros horarios de comidas para que al menos una vez al dÃa comáis todos juntos; el niño comienza a sentarse junto al resto de la familia, en un ambiente relajado que puede convertir este momento en el mejor del dÃa.
Nunca olvidéis que sois el único referente tiene: intentad ser responsables y comed adecuadamente y saludablemente, de ello dependerá su educación alimenticia futura