Si bien es verdad que los niños a partir del año pueden comer prácticamente de todo, es importante saber que ciertos alimentos es más conveniente que comiencen a tomarlos en etapas posteriores:
Frutos secos: por posibles atragantamientos, no están recomendados enteros hasta los tres años.
Alimentos muy picantes, especiados o salados; evitad al máximo snacks, alimentos en vinagre en salmuera, encurtido, sopas de sobre, cubitos de caldos concentrados.
El pescado azul y mariscos: no está recomendado hasta los 18 meses.
La bollería industrial, por un exceso de grasa y azucares.
Los zumos comerciales, por su alto contenido en azucares. Los cacaos y mantecas.
Embutidos y charcutería: por su alto contenido en sales y grasas.